08 Ago La boda de Lidia y Adrián: la ilusión lo cambia todo
Lidia y Adrián recorrieron un complicado camino para alcanzar uno de sus mayores sueños: casarse. Su boda, cargada de emoción y detalles, es el ejemplo que mejor demuestra que nada es imposible si hay amor entre nosotros y amor por lo que deseamos; que la ilusión lo cambia todo. Prueba de ello, la sonrisa imborrable que lucieron los novios durante todo el enlace.
Fotografía: Tuyo Producciones
El diseño de la celebración comenzó por las invitaciones, que adquirieron la forma de una oferta de empleo muy especial: buscábamos invitados para la boda, y les explicábamos la historia, qué se esperaba de ellos, cómo serían recompensados y por qué reunían el perfil perfecto para acompañarles en su día. El resultado fue divertido y quedó lleno de sentido, en relación a la situación que la pareja había atravesado cuando empezaron a planificar su boda.
Con el packaging comenzamos ya a perfilar la temática retro y romántica que imprimimos a la boda en su conjunto. Los sobres de celulosa blanca fueron decorados con blondas negras, a modo de marco del círculo blanco en el que escribimos el nombre de cada invitado. Cerraba el sobre una original cinta de washi-tape en la que podía leerse el mensaje mecanografiado “all you need is love”.
Por otro lado, su sesión preboda de estilo “bucólico” dio mucho juego, y los novios decidieron utilizar las fotografías para crear un detalle personalizado para sus invitados. Buscaban algo a la vez útil y especial; nunca les habían gustado los adornos que acaban acumulando polvo en las estanterías. Por ello, encargamos chapas con forma de espejo de mano para las mujeres, y de llaveros e imanes abrelatas para los hombres; todas ellas llevaban impresas fotos de su reportaje de pareja. Cada detalle fue envuelto junto a un pequeño jabón de glicerina artesanal, fabricado por la novia.
Fotografía: Tuyo Producciones
La love session fotográfica dio también lugar a un precioso álbum que se utilizó como libro de firmas, anunciado por otro marco de estilo retro —de los que tanto nos gustan— en el que podía leerse: “Regálanos tus mejores deseos”.
Fotografía: Tuyo Producciones
En cuanto al seating plan y los meseros, decidimos ambientar ambas cosas en torno a una afición que siempre había unido a Adrián y Lidia, la música. Las mesas de los invitados del novio se convirtieron, así, en canciones de Rosana, y, las de la novia, en títulos de la discografía de Ismael Serrano. Cada cartel estaba decorado con mimo y contenía, además de la lista de los comensales, la letra de cada pieza, escogida por ser parte de la banda sonora de sus vidas y de su historia.
Fotografía: Tuyo Producciones
Partituras y notas decoraban también el gran panel del protocolo, situado en el jardín del Hotel FC Villalba donde se celebró el cocktail previo a la cena, junto a al rincón de firmas y un photocall de tipo vintage. Dos visillos de tul enmarcaban, con vistas a la sierra madrileña como telón de fondo, un bodegón de elementos decorativos heredados del escenario rústico-bucólico que montamos en la sesión preboda: camino de mesa de arpillera, frascos de confitura decorados con yute, rafia y cintas; flores siempre vivas; velas y un precioso marco de estilo shabby-chic en el que se leía el mensaje “keep calm, we are getting married”. Completaba la mesa temática una bandejita de madera con el atrezo de goma eva elaborado para la ocasión: bigotes, labios, coronas y sombreros de copa con los que la diversión estuvo servida durante la hora que duró el ágape.
Fotografía: Tuyo Producciones
En lo que respecta a las flores, la novia siempre había tenido claro que su ramo sería un bouquet redondo de claveles. Aunque no ha sido una flor tradicionalmente vinculada al mundo de las bodas, se trata de una opción cada vez más utilizada el ámbito nupcial. Especialmente, agrupada en pomanders o ramilletes compactos, confiere una impresión de flor única, delicada y romántica que enamora.
Fotografía: Tuyo Producciones
En la misma línea, la decoración de la iglesia se realizó sobre la base de una combinación de claveles y paniculata en la gama cromática blanco-fucsia, distribuidos en jarrones, cestas, esferas de hilo y lazos de tul. Este decorado, completado por unos centros de hortensia, resaltaba la armonía y la sobria belleza de la construcción en ladrillo y madera de la iglesia de Parquelagos, en la que se celebró la ceremonia religiosa. Inserta en un marco natural idílico, la parroquia se encuentra rodeada de jardines y enmarcada por un impresionante lago donde la pareja realizó su sesión fotográfica en exteriores.
Fotografía: Tuyo Producciones
Para completar la dulce jornada, montamos un precioso candy bar en la zona del baile, compuesto por tartas de golosinas que eran auténticas obras de artesanía y deliciosos cupcakes, regalo de la hermana y las amigas de la novia.
Fotografía: Tuyo Producciones
Y así fue como Lidia y Adrián no solo organizaron una boda, sino que cumplieron un sueño: Un sueño que pone de manifiesto que siempre hay una forma de concederle al amor su fiesta, única y perfecta; que siempre hay un asfalto en el que crecen las Violetas.
Fotografía: Tuyo Producciones
Contadnos vuestra idea y la haremos florecer en cualquier circunstancia y escenario.
quemecaso@violetasenelasfalto.com
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